RESILIENCIA
La resiliencia es la
capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida,
aprender de ellas, superarlas e incluso, ser trasformados por estas. ¿Pero
podemos ser todos resilientes?, ¿necesitamos de unas características
genéticas?, ¿necesitamos ser intrínsecamente especiales?. Los estudios
realizados hasta el momento actual, demuestran que “NO”. No tenemos que poseer
cualidades especiales.
Todos podemos ser
resilientes si verdaderamente nos lo proponemos, si realmente queremos cambiar
nuestra vida, si tenemos ganas de luchar. El reto está en encontrar la manera
de promoverla, tanto a nivel individual, como familiar, o social.
Existen varios factores mencionare algunos que me parecieron importantes:
- LO QUE TENGO: Los apoyos sociales externos, familia, amigos, servicios institucionales, entre otros.
- LO QUE SOY: Apoyos internos positivos extraídos de nuestro carácter, por ejemplo, responsabilidad ante las circunstancias, el altruismo, o el humor. Es importante buscar lo mejor que tenemos.
- LO QUE PUEDO HACER: Es la habilidad para interactuar con los demás y resolver los problemas comunes de la mejor manera posible, esto requiere en muchas ocasiones de humildad, especialmente cuando se ha ofendido a alguien, algo que nos cuesta entender.
El desarrollo de estos
factores favorece la resiliencia, o lo que es lo mismo la fortaleza para
enfrentarse adecuadamente a las adversidades de la vida, incluso a las
situaciones más traumáticas, o estresantes.
MOTIVACIÓN Y VIDA AFECTIVA
La motivación es lo que nos garantiza que
estemos enfocados hacia lo queremos, y encamina a las personas hacia la
obtención de lo que se anhela. De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que
todos los procesos y toma de decisiones que se hacen en el transcurso
de la vida, están sujetos al grado de incentivación o motivación que
posea el individuo.
El
logro de objetivos y metas es directamente proporcional a las
circunstancias favorables que nos conducen a ellos, al esfuerzo que se realiza
y al afán de obtenerlo. De allí la importancia que tiene el uso de la
motivación como una herramienta pedagógica por parte
de maestros y como una manera de encauzar los requerimientos de
los niños, utilizando para ello las bondades y rechazan los elementos
negativos, recompensando lo que esté bien hecho y reforzando dicha conducta para
que sea repetida y permita a las personas en su desarrollo lograr su
felicidad.
La
importancia de la afectividad dentro de la totalidad de la personalidad radica
en que un elevado porcentaje de nuestras acciones no es el resultado de
razonamientos sino de estados afectivos y en que algunas de las decisiones más
importantes: profesión, matrimonio, están fuertemente condicionadas por nuestra
afectividad.
A
veces la afectividad es algo secundario pero con frecuencia es el factor
determinante del tipo y de la calidad de la reacción.
Parece
que la afectividad funciona en los planos centrales y más profundos del
organismo vivo: allí donde lo psíquico se refunde con lo orgánico; allí donde
brotan las energías que son utilizadas para satisfacer las necesidades.
La motivación es lo que nos garantiza que
estemos enfocados hacia lo queremos, y encamina a las personas hacia la
obtención de lo que se anhela. De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que
todos los procesos y toma de decisiones que se hacen en el transcurso
de la vida, están sujetos al grado de incentivación o motivación que
posea el individuo.
El
logro de objetivos y metas es directamente proporcional a las
circunstancias favorables que nos conducen a ellos, al esfuerzo que se realiza
y al afán de obtenerlo. De allí la importancia que tiene el uso de la
motivación como una herramienta pedagógica por parte
de maestros y como una manera de encauzar los requerimientos de
los niños, utilizando para ello las bondades y rechazan los elementos
negativos, recompensando lo que esté bien hecho y reforzando dicha conducta para
que sea repetida y permita a las personas en su desarrollo lograr su
felicidad.
La
importancia de la afectividad dentro de la totalidad de la personalidad radica
en que un elevado porcentaje de nuestras acciones no es el resultado de
razonamientos sino de estados afectivos y en que algunas de las decisiones más
importantes: profesión, matrimonio, están fuertemente condicionadas por nuestra
afectividad.
A
veces la afectividad es algo secundario pero con frecuencia es el factor
determinante del tipo y de la calidad de la reacción.
Parece
que la afectividad funciona en los planos centrales y más profundos del
organismo vivo: allí donde lo psíquico se refunde con lo orgánico; allí donde
brotan las energías que son utilizadas para satisfacer las necesidades.
EL PENSAMIENTO DE BORIS CYRULNIK
Esta
lectura se me hizo muy interesante, sobre todo por la vida del autor, uno de
los mayores aportes de este autor gira alrededor de colocar el concepto de
resiliencia en una relación privilegiada con la psicología. Cyrulnik publica
sus obras, algunas de las cuales con su estilo narrativo se constituyen en
“best sellers”. Ese estilo no oculta sin embargo un conocimiento que abreva en
variadas ciencias pero que gira fundamentalmente en torno a la búsqueda
propiamente psicológica de la explicación de lo aparentemente inexplicable. O
mejor, aquello de lo cual las ciencias del hombre habían en cierto modo huido,
dejándolo sólo para abordajes filosóficos o espirituales: el sentido que puede
adquirir el sufrimiento en la vida de los que no sólo resisten sino también se
rehacen.
El
oxímoron revela el contraste de aquel que, al recibir un gran golpe, se adapta
dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce
necrosis, mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta,
reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un
poco de felicidad y de sentido a la vida”.
Para saber más:
Esta
lectura se me hizo muy interesante, sobre todo por la vida del autor, uno de
los mayores aportes de este autor gira alrededor de colocar el concepto de
resiliencia en una relación privilegiada con la psicología. Cyrulnik publica
sus obras, algunas de las cuales con su estilo narrativo se constituyen en
“best sellers”. Ese estilo no oculta sin embargo un conocimiento que abreva en
variadas ciencias pero que gira fundamentalmente en torno a la búsqueda
propiamente psicológica de la explicación de lo aparentemente inexplicable. O
mejor, aquello de lo cual las ciencias del hombre habían en cierto modo huido,
dejándolo sólo para abordajes filosóficos o espirituales: el sentido que puede
adquirir el sufrimiento en la vida de los que no sólo resisten sino también se
rehacen.
El
oxímoron revela el contraste de aquel que, al recibir un gran golpe, se adapta
dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce
necrosis, mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta,
reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un
poco de felicidad y de sentido a la vida”.
Para saber más:
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