miércoles, 3 de julio de 2013

UNIDAD 4: MOTIVACIÓN Y RESILIENCIA

RESILIENCIA


La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e incluso, ser trasformados por estas. ¿Pero podemos ser todos resilientes?, ¿necesitamos de unas características genéticas?, ¿necesitamos ser intrínsecamente especiales?. Los estudios realizados hasta el momento actual, demuestran que “NO”. No tenemos que poseer cualidades especiales.
Todos podemos ser resilientes si verdaderamente nos lo proponemos, si realmente queremos cambiar nuestra vida, si tenemos ganas de luchar. El reto está en encontrar la manera de promoverla, tanto a nivel individual, como familiar, o social.

Existen varios factores mencionare algunos que me parecieron importantes:

  • LO QUE TENGO: Los apoyos sociales externos, familia, amigos, servicios institucionales, entre otros.
  • LO QUE SOY: Apoyos internos positivos extraídos de nuestro carácter, por ejemplo, responsabilidad ante las circunstancias, el altruismo, o el humor. Es importante buscar lo mejor que tenemos.
  • LO QUE PUEDO HACER: Es la habilidad para interactuar con los demás y resolver los problemas comunes de la mejor manera posible, esto requiere en muchas ocasiones de humildad,  especialmente cuando se ha ofendido a alguien, algo que nos cuesta entender.

El desarrollo de estos factores favorece la resiliencia, o lo que es lo mismo la fortaleza para enfrentarse adecuadamente a las adversidades de la vida, incluso a las situaciones más traumáticas, o estresantes.


MOTIVACIÓN Y VIDA AFECTIVA


La motivación es lo que nos garantiza que estemos enfocados hacia lo queremos, y encamina a las personas hacia la obtención de lo que se anhela. De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que todos los procesos y toma de decisiones que se hacen en el transcurso de la vida, están sujetos al grado de incentivación o motivación que posea el individuo.

El logro de objetivos y metas es directamente proporcional a las circunstancias favorables que nos conducen a ellos, al esfuerzo que se realiza y al afán de obtenerlo. De allí la importancia que tiene el uso de la motivación como una herramienta pedagógica por parte de maestros y como una manera de encauzar los requerimientos de los niños, utilizando para ello las bondades y rechazan los elementos negativos, recompensando lo que esté bien hecho y reforzando dicha conducta para que sea repetida y permita a las personas en su desarrollo lograr su felicidad.
La importancia de la afectividad dentro de la totalidad de la personalidad radica en que un elevado porcentaje de nuestras acciones no es el resultado de razonamientos sino de estados afectivos y en que algunas de las decisiones más importantes: profesión, matrimonio, están fuertemente condicionadas por nuestra afectividad.

A veces la afectividad es algo secundario pero con frecuencia es el factor determinante del tipo y de la calidad de la reacción.
Parece que la afectividad funciona en los planos centrales y más profundos del organismo vivo: allí donde lo psíquico se refunde con lo orgánico; allí donde brotan las energías que son utilizadas para satisfacer las necesidades.


EL PENSAMIENTO DE BORIS CYRULNIK


Esta lectura se me hizo muy interesante, sobre todo por la vida del autor, uno de los mayores aportes de este autor gira alrededor de colocar el concepto de resiliencia en una relación privilegiada con la psicología. Cyrulnik publica sus obras, algunas de las cuales con su estilo narrativo se constituyen en “best sellers”. Ese estilo no oculta sin embargo un conocimiento que abreva en variadas ciencias pero que gira fundamentalmente en torno a la búsqueda propiamente psicológica de la explicación de lo aparentemente inexplicable. O mejor, aquello de lo cual las ciencias del hombre habían en cierto modo huido, dejándolo sólo para abordajes filosóficos o espirituales: el sentido que puede adquirir el sufrimiento en la vida de los que no sólo resisten sino también se rehacen. 

El oxímoron revela el contraste de aquel que, al recibir un gran golpe, se adapta dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce necrosis, mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta, reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un poco de felicidad y de sentido a la vida”.

Para saber más:

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